El otro día hice un bizcocho mármol, y éste fue el resultado:
La receta es como sigue (la medida es un vaso de yogur):
6 vasos de harina
1 cucharadita de chocolate en polvo
1 sobre de levadura química (en su defecto, harina para repostería que ya incluye la levadura)
3 vasos de fructosa (o 4 de azúcar normal)
2 yogures naturales
1 vaso de aceite (oliva, a ser posible)
6 huevos (tipo L)
Raspadura de limón
1 cucharada de mantequilla o margarina.
Preparación: primero, batí las yemas y claras con la fructosa hasta obtener una pasta esponjosa. Añadí el yogur, aceite y las raspaduras. Batí de nuevo y añadí en forma de lluvia la harina mezclada con la levadura; usar un colador metálico para evitar los grumos.
Una vez removida la mezcla hasta tener una masa fina y sin grumos aparté algo menos de la mitad y le añadí (en lluvia) polvo de chocolate. Batí bien la masa con el chocolate hasta estar uniforme.
Entretanto, calenté el horno. Según la receta que sigo debería ser a 170º, pero no tengo termostato, así que lo hice a ojo. Preparé el molde, que como puede verse era del tipo con agujero central. Puede usarse otro, al gusto de cada cual. El molde lo engrasé bien con la mantequiilla.
Vertí un poco de masa normal, luego una capa de masa con chocolate y completé con la masa normal para así formar las capas. Al final añadí el poco de masa con chocolate que me sobró.
En el horno hasta quedar dorado. Las dimensiones del molde fueron adecuadas, así que subió la masa y no se salió.
No se debe abrir el horno mientras sube, pero al final hay que comprobar que está cocido metiendo un palillo: cuando salga seco, ya está.
El resultado queda a la vista. Al corte se aprecian bien las capas distintas con y sin chocolate.
Esta receta con fructosa es adecuada para diabéticos, aunque ha de recordarse que contiene una buena cantidad de hidratos de carbono. Vamos, que no se debe abusar.
Aunque esté bueno.
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