En esta obra se repite la misma historia, pero desde el punto de vista de Zoë. Se trata de un recurso literario original, que también ha sido explotado por Orson Scott Card, así que yo recuerde.
Como anécdota, el propio autor reconoce que le resultó más difícil de lo que parecía. Y es que para un hombre maduro, ponerse en el lugar de una adolescente no resulta sencillo; algún conocido le sugirió que se hiciera amigo de adolescentes, cosa que por supuesto no llegó a hacer, pues habría significado tener que afrontar una orden de alejamiento, o algo peor. En todo caso, John Scalzi optó por guiarse por el criterio de mujeres de su entorno, empezando por su propia esposa.
Como sea, el resultado se lee bien, y es tan ameno como cualquier otro libro del autor. Con su humor habitual. Eso sí, para quien acabe de leer el otro libro, puede resultar cansino leer los mismos sucesos, pues desde el punto de vista argumental este libro no aporta nada nuevo.
Si quieren leer más sobre esta serie:
La Vieja Guardia
Las Brigadas Fantasma
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