05 abril 2020

SE ACABÓ


Cuando por fin terminó el confinamiento, Julián se bañó, se afeitó y se puso ropa limpia recién planchada. Estrenó un frasco de colonia y se miró en el espejo.
Estaba listo para salir.
Al abrir la puerta, captó un fuerte olor a podrido. Pensó que él no había sido el único en descuidar la higiene al estar encerrado.
Salió a la calle, esperando ver a los vecinos que también abandonaban sus encierros.
Pero no había nadie.
Absolutamente nadie en la calle.
Tampoco en las otras calles. Ni en los edificios.
En ningún sitio.
Era el último hombre sobre la Tierra.

No hay comentarios: